Que nuestra oración sea respondida y aceptada no depende de la multitud de palabras sino en el fervor y en la devoción de nuestra alma (San Juan Crisóstomo)
Mientras que San Agustín dice "A veces no obtenemos lo que pedimos en la oración porque oramos mal, osea sin atención o sin fe. U oramos siendo malos, osea sin querer mejorar nuestra conducta. O pedimos cosas que nos hacen mal, por ejemplo bienes materiales que podrían hacer mas mal que bien a nuestra eterna salvación. Pero toda Oración es escuchada y si Dios no nos da lo que pedimos, nos dará algo que sea mucho mejor.
Para que la oración sea respondida debe ser hecha con la mente y el corazón caso contrario no tiene efecto.
EL PADRE NUESTRO
Un dato curioso del padre nuestro es al final de la oración en la que decimos que líbranos del mal amén
A lo que se debe decir: "Líbranos del maligno amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario